1/4/09

EL TIEMPO

El tiempo todo lo destruye,
es como una espesa niebla
que va cubriendo lo vivido.
De pronto el ayer nace lejano
y el hoy comienza a diluirse
en un mañana.
Es como una risa que comienza clara,
alegre, límpida y se acaba.
Como una lágrima que rueda por la mejilla,
y se va secando lentamente.
Es lo que fue, lo que será
como un sueño en una noche
de verano.
Apenas un latido, un murmullo, lo lejano.
Las palabras que están y luego se pierden.
No importa, por un instante estarás vivo
aunque no haya un después.
Frente al misterio has quedado,
aunque no tengas respuestas.

THE SONG OF THE SECRET GARDEN

EL CARTONERO

Por las mañanas, bien temprano, pasaba por las calles del humilde barrio el viejo cartonero. Era una figura familiar para todos.
-Don Martín, espere, no pase de largo. Hoy tengo muchas cajas para usted.
Parando su destartalado carrito, él, muy ufano las recogía.
A pequeña señal, un "vamos Milonga", dócilmente, su vieja yegüita blanca, (¿blanca? ... es un decir, porque el tiempo y la tierra habían dejado su pelaje grisáceo, al igual que el de su dueño) seguía su camino tantas veces transitado, pero ahora iba a paso más lento, los años no habían pasado en vano. Dolían sus patas, pero había que seguir. Su dueño la necesitaba, la vida se había puesto cada vez más difícil y tenía que ganarse la pequeña ración de alimentos de todos los días.
La figura se fue diluyendo en la cuadra, al llegar a la esquina, Milonga sintió una fuerte puntada en su pecho, se doblaron sus patas y cayendo al suelo supo que era el fin.
martín bajó como pudo del carro volcado, tomó la cabeza del animal entre sus brazos:
- Milonga...¡Milonga! no me dejes, eres lo único que tengo...¿Qué haré sin ti?
Milonga lo miró tristemente.
¿Quién dijo que los caballos no lloran?